Esta serie fotográfica toma como sujetos a un grupo de sombreros,
que se convierten en personajes intrépidos explorando diversos espacios naturales en busca de su propia libertad y diversión.
Generalmente asociamos un sombrero a la persona que lo lleva. Aquí en estas fotografías los sombreros han sido dejados a su propio devenir, pasando a ser los únicos protagonistas de la escena. El color y forma de cada sombrero nos puede sugerir una personalidad determinada y una forma de pensar o actuar.
El sombrero principal de nuestra historia es un sombrero Fedora con lentejuelas rojas que le da un carácter expresivo y glamuroso; es el que tiene aventuras, experimenta emociones, se relaciona con otros sombreros, y en definitiva, vive, expresa y comparte sus estados de ánimo en función de dónde y cómo se encuentre. Podemos percibir que se trata de un ser emocional, astuto y atrevido. Nos lo indica la actitud que adopta en los diferentes espacios en los que interactúa. Aparece como un pequeño corazón rojo, palpitando en su existencia.
Durante el proceso de realización de estas imágenes, que ha sido espontáneo e intuitivo a la vez, he reflexionado sobre el significado de fotografiar un sombrero rojo, llegando a la conclusión de que metafóricamente es la representación de uno mismo, en mis propios estados de ánimo y anhelos de libertad. Como si el sombrero actuara de espejo para poderme autoretratar.